Otro año más, al entrar a mi casa veo nuevamente la programación de la feria a la que no me gusta mucho participar y me sonrío, recuerdo la historia de alguien que llego feliz diciendo que había comprado esa misma programación, la que regalan en todas partes, mientras la tomo para leerla pienso lo mucho que me sorprende la viveza de algunas personas y la ingenuidad de otras.
Sin saber cómo continuar esta historia termino de ojear la programación y quedo con un sin sabor en la boca, otro año en el que veremos muchas personas sacar lo peor de sí mismas, las calles se llenaran de borrachos, la violencia aumentara, los choques serán más seguidos y por supuesto “los ladrones se harán su feria en agosto”; lo sé, me hago viejo y ya perdí el disfrute de estas festividades. Además si lo pensamos, yo también saco lo peor de mi mismo renegando y quejándome de los demás.
Mientras descargo la programación solo espero que los que salgan a festejar me callen la boca de una vez por todas y demuestren que todo lo que digo es mentira. Por otro lado pienso que no he visto ningún habitante de la calle durante esta semana, ¿los volverían a esconder?...
Esta imagen me recuerda a los dibujos que ilustraban la biblia, bienvenido nuevo recurso